Las fracturas óseas son causadas en personas más jóvenes por lesiones de alta energía, como un accidente automovilístico. En las personas mayores, la causa más común es el hueso frágil y débil.
Las fracturas en la rodilla pueden incluir lo siguiente:
- Fractura Distal del Fémur: El fémur distal es una porción del hueso del fémur que se ensancha como la boca del embudo. Una fractura distal del fémur (parte superior de la articulación de la rodilla) es una fractura en el hueso del muslo que ocurre justo por encima de la articulación de la rodilla.
- Fractura de la Diáfisis Femoral: Una fractura de diáfisis femoral es una fractura que se produce en cualquier parte a lo largo de la diáfisis femoral, recta, porción larga del fémur.
- Fracturas de Tibia Proximal: Una fractura tibial proximal es una fractura en la parte superior de la tibia o la espinilla. Las fracturas tibiales proximales pueden o no afectar la articulación de la rodilla. Las fracturas que ingresan a la articulación de la rodilla pueden causar superficies irregulares, imperfecciones articulares y una alineación incorrecta de las piernas. Esto puede provocar artritis, inestabilidad articular y pérdida de movimiento. Estas fracturas son causadas por trauma o estrés o en un hueso ya comprometido por una enfermedad, como infección o cáncer. Las fracturas de tibia proximal pueden provocar lesiones en los tejidos blandos circundantes, incluidos los músculos, los nervios, los ligamentos y los vasos sanguíneos.
- Fracturas de la Diáfisis Tibial: Una fractura de diáfisis tibial es una fractura que se produce a lo largo del hueso de la espinilla o tibia (hueso más grande de la parte inferior de la pierna) entre las articulaciones del tobillo y la rodilla. Estas fracturas pueden ocurrir al momento de practicar deportes como fútbol.
El diagnóstico se realiza mediante examen físico, revisión del historial médico y otras pruebas de diagnóstico por imágenes. Se toman radiografías para identificar si el hueso está roto o intacto. Las radiografías también son útiles para conocer la ubicación y el tipo de fractura. Su médico también puede recomendar una tomografía computarizada (tomografía computarizada) para conocer la gravedad de la fractura.
Las opciones de tratamiento incluyen medios quirúrgicos y no quirúrgicos. El tratamiento no quirúrgico implica la tracción esquelética y el uso de aparatos ortopédicos y yesos. La tracción esquelética implica la colocación de alfileres en el hueso para realinear los huesos rotos. Las opciones quirúrgicas incluyen fijación externa y fijación interna. Los cirujanos usan implantes e instrumentos ortopédicos en ambos casos.
Fijación Interna
Clavado Intramedular: En este proceso, se coloca una varilla metálica especialmente diseñada en el canal medular del fémur. Luego, se pasa la clavo ortopédico para llegar al sitio de la fractura y mantenerla en su posición. La varilla está asegurada en su lugar con tornillos óseos también denominados clavos de bloqueo en ambos extremos.
Fijación de Tornillos y Placas: En este proceso, su cirujano reposicionará los extremos rotos del hueso en la posición habitual y luego usará tornillos especiales y / o placas metálicas para huesos en la superficie externa del hueso para mantener los fragmentos óseos en su posición.
Fijación Externa
Durante el proceso, se insertan clavijas o tornillos metálicos en el medio de la tibia y el fémur y se unen a un dispositivo médico fuera de la piel para mantener los fragmentos óseos en posición para permitir la curación y la alineación. Si su hueso está fracturado en varias partes, se fija una varilla o placa en ambos extremos de la fractura para mantener la longitud y la forma general del hueso en su lugar mientras se cura. En pacientes mayores donde la curación de la fractura puede retrasarse, se puede usar un injerto óseo tomado del banco de tejidos o del paciente para formar callos. En casos graves, se extraen los fragmentos óseos y se reemplaza el hueso con un implante de reemplazo de rodilla.
Las complicaciones más comunes de la cirugía incluyen rigidez de rodilla, infección, artritis de rodilla y retraso en la cicatrización ósea.